Los distintos procesos de filtración que podemos aplicar en nuestra industria dependen de las características específicas del agua con la que contamos y de los usos que vayamos a darle. La nanofiltración, por ejemplo, es una alternativa que ofrece una solución intermedia entre la ultrafiltración y la ósmosis inversa. Permite la remoción de TOC, nitratos, herbicidas, durezas, hierro, precursores de THM, entre otros.
La nanofiltración es un proceso de filtración por membranas operadas bajo presión, que permite simultáneamente concentración y desalado de solutos orgánicos. A través de este proceso, los solutos de bajo peso molecular son retenidos, pero las sales pasan —total o parcialmente— a través de la membrana con el filtrado. De esta forma, provee un rango de selectividad entre las membranas de ultrafiltración y de ósmosis inversa: la membrana NF retiene solutos que la UF pasaría, y deja pasar sales que la OI retendría.
Las membranas de nanofiltración pueden ser tubulares o espirales, hechas especialmente para la recuperación de cáusticos y ácidos. Todos los materiales de construcción de las membranas han sido cuidadosamente seleccionados para alcanzar:
- 95 % de recuperación de cáustico
- 90 % de reducción de DQO
- 95 % de ahorro de energía (calor) y de agua
- 80 al 90 % de reducción de calcio
- Operación hasta 70 °C de temperatura
- Rangos entre 1 y 14 de pH
En Ingeniería Romin somos especialistas en tratamientos de agua. Tenemos todos los sistemas de filtración y todo el asesoramiento que tu industria necesita.
Contenido producido originalmente por FastForward Concepts para Ingeniería Romin