Al momento de buscar un tratamiento para el agua, la ósmosis inversa resulta uno de los más completos y satisfactorios. Se trata de un proceso de separación por membrana que es capaz de rechazar contaminantes tan pequeños como 0,0001 mm: es el nivel más fino de filtración posible. De esta manera, permite obtener, de forma sencilla, agua desalinizada y exenta de contaminación bacteriológica.
Mediante la aplicación de presión, se hace pasar el agua a través de una membrana semipermeable, desde una solución más concentrada hasta una solución menos concentrada, con el objetivo de filtrar pequeñas partículas, metales pesados, sustancias tóxicas, microorganismos, exceso de sales, entre otras cosas. Como resultado, obtenemos un agua de muy alta calidad.
El equipo completo de ósmosis inversa está compuesto por un prefiltro de seguridad, una bomba de presión, módulos de ósmosis inversa, un equipo de control por conductividad y circuitos de conexión. Estos equipos funcionan en continuo y, con un adecuado pretratamiento del agua, precisan un mantenimiento mínimo. Permiten obtener un agua de alta calidad apta para el consumo humano y para diversas aplicaciones en la industria.
En Ingeniería Romin somos especialistas en el diseño estratégico de tratamientos para el agua, sobre la base de las necesidades específicas de cada uno de nuestros clientes y de los resultados del análisis de agua. Ofrecemos servicios capaces de satisfacer las más altas demandas respondiendo a las exigencias que el medio impone.
Contenido producido originalmente por Sabio Marketing para Pymes, para Ingeniería Romin.