El agua que consumimos en nuestro día a día podría estar contaminada, lo que nos expone a ciertos riesgos como enfermedades o problemas tales como la aparición de sarro.
Para cuidar nuestra salud es importante acceder a agua segura, es decir, aquella que por su condición y su tratamiento no contiene gérmenes ni sustancias tóxicas.
Para potabilizarla, hay algunos métodos caseros y sencillos.
Una manera de hacerlo es colocar dos gotas de lavandina por un litro de agua y dejarla reposar por 30 minutos. En caso de elegir esta opción se debe utilizar lavandina común, es decir, concentrada de 60 gr/litro.
La cloración es uno de los métodos más utilizados para desinfectar el agua.
El cloro es un oxidante que, al entrar en contacto con el agua, oxida todo lo que encuentra: virus, bacterias y sustancias orgánicas como la orina. De esta forma los destruye.
Otros microorganismos, como protozoarios (amoebas) y helmintos (lombrices) son resistentes al cloro, pero no suelen estar presentes en agua limpia.
Otra forma es hervirla durante tres minutos y dejarla enfriar tapada. Cuando la temperatura del agua es cálida -por debajo de 50 grados centígrados- las bacterias proliferan. Si bien hay algunas que son resistentes al calor, la mayoría muere en altas temperaturas.
En tanto, las algas, protozoarios, hongos y parásitos también mueren en temperaturas de entre 40 y 60 grados centígrados.
Para asegurarnos de eliminar agentes infecciosos, el agua debe alcanzar el punto de ebullición -cerca de los 100 grados centígrados-.
Acondicionamiento del agua
Para obtener agua de calidad, sin presencia de bacterias y posible oxidación, es fundamental llevar a cabo un óptimo acondicionamiento.
Se trata de un proceso de tratamiento que permite regular su condición a través de diferentes operaciones:
- Equilibrio carbónico: para la saturación de pH en los carbónicos.
- Intercambio iónico: ante la presencia de sustancias ionizadas.
- Fluoración: agrega flúor en el agua.
- Alcalinidad: regula el pH.
Soluciones Romin
Un método efectivo para potabilizar el agua es a través de la utilización de filtros.
En Romin contamos con la tecnología de nanofiltración que alcanza un filtrado intermedio entre los procesos de ultrafiltración y la ósmosis inversa. Permite la eliminación de sustancias orgánicas no deseadas como los iones divalentes o micro contaminantes. Además, interviene en la reducción moderada de los niveles de sodio.
Su sistema de purificación funciona gracias al uso de membranas microporosas bajo presión que permiten una separación molecular, reteniendo aquellas moléculas de menor tamaño que no pueden atravesarlas.
Se trata de un sistema de bajo mantenimiento, accesible y que también se utiliza como pretratamiento de la ósmosis inversa.
El agua que utilizamos para beber, cocinar e higienizarse debe ser segura para prevenir problemas de salud. Si el agua es segura puede consumirse sin necesidad de comprar envasada, lo que genera residuos y contamina el medio ambiente.
En Romin trabajamos desde hace más de treinta años brindando soluciones integrales para el tratamiento del agua.
En nuestra tienda podrás encontrar productos de alta calidad para satisfacer las demandas vinculadas con la limpieza, la recuperación y el saneamiento del agua. Además, ofrecemos asesoramiento y asistencia de nuestro equipo de especialistas.
Contenido producido originalmente por Sabio Marketing para Romin.